ACERCA DEL PROYECTO


Según una investigación de la OCDE, en 2018, en la UE, alrededor del 7% de la población (mayor de 60 años) padecía demencia. Los estudios prevén que este porcentaje aumentará a más del 8% en 2040, debido al envejecimiento de la población; así pues, a mayor número de personas de la tercera edad en un país, mayor proporción de personas con demencia o con deterioro cognitivo. Durante la pandemia por COVID-19, la población más vulnerable se vio afectada de manera desproporcionada. Numerosas personas con demencia han experimentado un empeoramiento de los síntomas, debido al aislamiento social y a la falta de acceso a los cuidados.

Además, los adultos y cuidadores que atienden a personas con demencia (PcD) han sufrido una intensificación del estrés y la carga, tanto por la falta de conocimientos sobre los cambios de comportamiento y actitud que caracterizan a la demencia, como por las medidas restrictivas anti-COVID que han obligado a todos a quedarse en casa.

Entre los factores estresantes, la carga física, emocional y económica son las que más afectan a los cuidadores informales. Por esta razón, necesitan un mayor apoyo, incluyendo formación sobre cómo ayudar mejor en el cuidado, una mejor comprensión de la propia demencia, y la adopción de metodologías educativas para permitir la participación de las PcD en actividades cognitivas. Con este proyecto, pretendemos proporcionar apoyo a todos aquellos adultos que cuidan a diario de personas con demencia o con deterioro cognitivo, centrándonos específicamente en familiares, tutores legales y cuidadores, mediante el desarrollo de materiales de formación útiles para disminuir la carga física, emocional, y económica de las familias con pacientes que padecen demencia.

Los destinatarios directos de este proyecto serán los adultos y familiares que son cuidadores informales de personas con demencia (PcD). Los beneficiarios serán personas con demencia o con deterioro cognitivo, incluidas sus enfermedades asociadas, ONGs que trabajen con personas mayores o con demencia o enfermedad de Alzheimer, residencias de ancianos, centros de atención residencial, trabajadores sociales y enfermeros, y voluntarios que presten asistencia a las PcD.